La Academia habla en caló (¡y olé!)

23 de mayo de 2011 - Comentarios desactivados en La Academia habla en caló (¡y olé!)

La RAE edita el DRAE. Esto, que parece un juego de palabras, no es un juego, pero sí se refiere a las palabras. Porque se supone que el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) intenta, si esto fuese posible, contener a todas las palabras vigentes de la lengua castellana y del idioma español, e intenta, si esto fuese posible, definir el significado de cada una. Y se supone que esta definición es la versión oficial.

Ya que hablamos de juego, hagamos uno (muy sencillito) que se podría llamar «Las definiciones encadenadas del DRAE».

Pibe (de pebete) (Arg., Bol., Ur.): Chaval.

Pebete (del cat. pevet) (Arg., Par.): Niño

Chaval (del caló chavale): Niño – Fijate que no hay ninguna referencia geográfica, es decir que para el Diccionario los 400 millones de hispanohablantes deben usar «chaval» siempre como primera acepción, porque en España se dice así, y esa es razón suficiente.

Caló: Lenguaje de los gitanos españoles.

Tomé este ejemplo porque, como dije, es muy sencillo, pero en el susodicho DRAE hay muchísimos por el estilo. Resumiendo: queda muy claro que la Real Academia es, si señor,  Española y a rajatabla. Hace poco dió a conocer un nuevo texto: el Diccionario Panhispánico de Dudas. Entonces, la duda mayor sería: ¿No debería existir una «Academia Panhispánica de la Lengua Castellana«?   

Ingresar

26 de abril de 2011 - Comentarios desactivados en Ingresar

Si, «ingresar», porque ahora  son todos distinguidos y dicen «ingresar», y no el vulgar «entrar». Lo que sí nunca pasa de moda es el término «prohibido», tan difundido como siempre. Todo esto viene a cuento, por la sorda lucha que se entabla entre los parroquianos de los comercios, que quisieran «ingresar» como «Pancho por su casa», y los negociantes, que intentan defender el orden y la limpieza del boliche.

Hasta ahora eran conocidas dos normativas, pero el otro día ví asombrado una tercera, que ratifica aquello de que la realidad supera a la ficción. Y aqui van las tres.

Primera: «Prohibido ingresar con animales».  Algunos se ponen cariñosos, y reemplazan «animales» por «mascotas». Porque no todos salen a comprar acompañados del pichicho, y quizás algunos lo hagan con un lagarto o con un loro barranquero. Por supuesto que en los bazares el cartel es mucho mas grande, y dice específicamente «Prohibido ingresar con elefantes».

Segunda: «Prohibido ingresar con comida». Relacionando esta con la anterior, resulta clarísimo que los animales no entran, ni vivos ni fritos. Pero no importa. Con los helados, los panchos con mucha mostaza, las papas fritas en bolsa, los alfajores, los jugos en cajita, y el resto del kiosco, hay material suficiente para hacer un buen enchastre.

Y ahora, ¡la estrella de la noche! Tercera: «Prohibido ingresar con bicicletas» (sic y   resic). Aunque es de suponer que, si alguien, en su embole, se puso a hacer el respectivo cartelito, es porque la situación existe. No se menciona expresamente a los triciclos infantiles, a las patinetas adolescentes y otros rodamientos, por lo que no se sabe si la norma los incluye en la prohibición, o los tolera.

De todos modos, hay algo que se puede decir con seguridad: habrá mas prohibiciones.

La responsabilidad colectiva

17 de abril de 2011 - Comentarios desactivados en La responsabilidad colectiva

Hoy domingo hago mías las palabras de Dominique Roger.

Ella es francesa, y trabajó durante 30 años para la UNESCO como fotógrafa, en un exhaustivo registro de la realidad de los paises que la componen, con énfasis especial en retratos de mujeres y niños. Si bien llegó a ocupar el cargo de Directora de Fotografía en la entidad, hoy, a los 78 años, ya liberada de responsabilidades oficiales, continúa con su actividad profesional, siempre en la búsqueda de nuevas formas de expresión.

Y, como suele suceder con los grandes artistas, no queda encasillada en la pura técnica, sino que su experiencia al recorrer el mundo se traduce también en textos, como éste que elegí para reproducir aquí.

«Lo excepcional de nuestra época es que pone a las masas en conocimiento de sus heridas y sus taras, lo que las compromete en el proceso irreversible de la responsabilidad colectiva.»

Pocas palabras, pero contundentes.

Los Homeros

11 de abril de 2011 - Comentarios desactivados en Los Homeros

Cada época tiene el Homero que se merece.

No lo podemos saber con exactitud, pero el primero, el original, es definido como un aedo (lo que hoy en día llamaríamos cantautor), y se le atribuye la autoría de «La Odisea» y «La Ilíada». Desde Grecia a la cultura universal, y del siglo VIII A.C. hasta el presente.

A partir del patriarca habrá habido muchos que justificaron  llevar su nombre con razones válidas. Pero desde este rincón, me conformo con evocar a tres que, en el siglo XX, sobresalieron por su talento.

Homero Manzi, un fino poeta que logró elevar la canción popular al nivel de obras maestras.

Homero Expósito, que no le iba en zaga a Manzi, elaboró con su hermano Virgilio temas que renovaron el lenguaje tanguero.

Homero Alsina Thevenet (HAT), eximio crítico cinematográfico, periodista y escritor, fue el guía y mentor de espectadores de cine, en ambas orillas del Plata.

Los tres tenían un rasgo en comun: era gente culta.

Y ahora, vamos al último, al actual, al mas famoso, al mas influyente: Homero Simpson. No es un ser real, alguien de carne y hueso, que nace, crece, envejece y muere. Ni siquiera es un personaje, al que puede interpretar un actor real. Como es un dibujo, él y su familia permanecen invariables desde hace muchos años, y probablemente, por muchos años mas. La globalización lo difundió, y su presencia rebotó en innumerables comentarios y reflexiones.

Lei algunos, y solo quiero rescatar dos conceptos, de los muchos y muy sesudos que están disponibles. Por un lado algunos, incluyendo al propio autor de la criatura, lo califican de «estúpido». Por otra parte, alguien lo definió como «estadounidense puro». Si esto fuese realmente asi, ¿que implica para el mundo?

Trenes izquierdistas

7 de abril de 2011 - Comentarios desactivados en Trenes izquierdistas

El domingo 10 de junio de 1945 se cambió en nuestro pais el sentido de circulación de los vehículos. Se pasó de circular por la izquierda (recuerdo de la influencia inglesa) a hacerlo por la derecha, como en la mayoría de los paises. El decreto que asi lo disponía, exceptuaba a los trenes y … a los tranvías. Era obvio que modificar toda su infraestructura era demasiado complicado, sino imposible.

Los añorados tranvías pasaron a ser historia, pero los trenes, tanto los de superficie como los subterráneos, continuan hasta el presente circulando por la izquierda.

A propósito, ya que mencionamos «trenes» e «izquierda», aqui van algunas de mis preguntas ingenuas. ¿El tren subterráneo funciona en forma distinta al tren de superficie? ¿Los asalariados que trabajan en unos y otros realizan tareas muy diferentes?

Lo digo por la puja de los obreros del subte para tener su propio sindicato, cuando podrían ser incluídos naturalmente en la Unión Ferroviaria, en aplicación del viejo precepto sindical de «un sindicato por actividad».

Claro,  no nos engañemos. Para estas cuestiones nunca se aplica la lógica, ni el sano criterio, ni el sentido común.

Pueblo de la Nación

7 de abril de 2011 - Comentarios desactivados en Pueblo de la Nación

Escenario: Monumental edificio de la Facultad de Derecho de la UBA. Imponente vestíbulo para ingresar al Aula Magna. Sobre sus paredes de mármol están grabados diversos textos de relevancia institucional. Entre ellos – el Preámbulo de la Constitución (¿que mejor ubicación que ésta, verdad?

Y, sin embargo… sucede algo extraño. El texto no está completo. Después de unos discretos puntos suspensivos, empieza con «… con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, … etc»

¿Por que razón, si hay suficiente espacio, se omitió el comienzo? ¿Porque es muy conocido? No parece motivo suficiente. De todos modos, como servicio a la comunidad, aqui lo transcribimos:

«Nos, los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente, por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento de pactos preexistentes, …»

Finalmente, una pregunta ingenua: ¿No será que en este siglo XXI alguien en la Facultad de Derecho le tuvo mas miedo al concepto «Pueblo de la Nación» que los Constituyentes de 1853?

1203

1 de abril de 2011 - Comentarios desactivados en 1203

No, no invocamos un número cabalístico. Simplemente se trata de la cantidad de días que se deslizaron entre el post anterior y el actual. La servicial Tecnología asi nos lo informa, y no tenemos derecho a dudar. Como yapa, tambien nos propone una alternativa familiar: 3 años, 3 meses, 17 dias. En ese lapso, el mundo siguó andando, pero no por aqui.
Hoy nos encomendamos a la suprema protección de la susodicha Tecnología y retomamos el «blo».

Los calzoncillos de Vargas Llosa y los héroes de Fukushima

1 de abril de 2011 - Comentarios desactivados en Los calzoncillos de Vargas Llosa y los héroes de Fukushima

Agnes Varda es una prestigiosa realizadora cinematográfica francesa. En una entrevista que le hicieron hace un tiempo, cuando las preguntas derivaron hacia su (supuesto) feminismo, hizo un curioso planteo (cito de memoria): “Que levante la mano el hombre que pueda afirmar que nunca una mujer le lavó su ropa interior y sus medias”.
A raíz del actual, y no saldado, debate sobre el flamante y flameante Premio Nóbel en la rama literaria, en el cual profundos pensadores, tanto panegiristas como detractores de Vargas, expusieron potentes argumentos, me saltó a la memoria este sencillo desafío de la Señora Varda.
Me imaginé al joven y ya exitoso escritor peruano Mario Vargas Llosa, de la época en la que todavía sonreía, armando con arte y oficio sus textos tan apreciados, con su mente totalmente liberada de la carga de la cotidianeidad, mientras una silenciosa y humilde Doña María peruana se ocupaba de prepararle calzoncillos limpios.
Sin embargo, no creo que en los usuales agradecimientos al comienzo de cada libro, el escritor la incluyera entre quienes colaboraron con él.
Pasaron muchos años, los peruanos no lo quisieron como presidente, y quizás él tampoco quiso mas a los peruanos. Y mientras él se calzaba el Premio Nóbel, lejos de allí (aunque nuestro planeta es cada vez mas chico), otros laburantes como Doña Maria, llámense ingenieros, técnicos, peones, es decir los que saben como hacer las cosas, estaban jugándose la vida para lavar los trapos sucios de la corporación dueña de los reactores nucleares berretas en Fukushima.
Por ahora, los vociferantes medios ya les aplicaron la medallita de cartón de “Héroe de Fukushima”. Y así es: cada vez que hay que sacar las papas del fuego (o el plutonio del reactor), allí van los asalariados (millones de asalariados en todo el mundo) simplemente a hacer lo que es necesario hacer para que todo funcione mas o menos bien, mientras los CEOs de las corporaciones se esmeran en aumentar las utilidades y sus propios ingresos.
¿Y Vargas Llosa? Aprendió a disfrutar de la compañía de los CEOs, y cuando a todos esos laburantes, peruanos o japoneses, el sistema les permite votar, y se deciden por alguien que no le cae bien al Marqués, él frunce la boca en un gesto de supremo desdén, y desde su pedestal dictamina “urbi et orbi”: ¡Populismo!


Alicia y Juan Bautista

15 de diciembre de 2007 - Comentarios desactivados en Alicia y Juan Bautista

Dias de mucha efervescencia en este rinconcito del planeta. Además de exportar tangos, futbolistas, soja y otras vituallas, siempre nos encargamos de proporcionar a las agencias noticiosas internacionales la noticia insólita del día, aunque mas no sea, digamos, una invasión a las Malvinas. Obviamente, no somos Suiza, que solo llama la atención cuando alguien empieza a revolver cuentas secretas. Pero, quizas, vivir aquí sea mas apasionante.

En estos dias, el mundo asistió asombrado a la imagen del Presidente entregando el mando a… su esposa. Lo que pasa que la señora tiene su propio currículum político, que no le va en zaga al de él. Juntos constituyen un poderoso tándem, y todos hablan de la “pareja política”, a la cual, con la familiaridad inherente al nuevo siglo, mencionan como “Cristina y Néstor”.

Sin embargo, ellos mismos se presentan como continuadores de la obra de otra pareja similar, a la que nadie llamaba “Eva y Juan Domingo”, pero que todos sabemos de quienes se trata.

De todos modos, retrocediendo todavía más en el tiempo, nos encontramos con… un matrimonio de médicos, que son los que encabezan este post. Insólitamente, en el libro “Barrios, calles y plazas de la ciudad de Buenos Aires – Origen y razón de sus nombres”, nos encontramos con un excelente ejemplo de cómo es posible resumir en tres renglones para cada uno, dos fructíferas vidas dedicadas a la acción política.

Juan Bautista Justo (1865-1928), médico y político; fundador de “La Vanguardia” en 1894; redactor de la Declaración de Principios y de los estatutos del Partido Socialista; publica en Madrid la primera versión española del “Capital” de Carlos Marx; fundador de la cooperativa “El Hogar Obrero”; diputado nacional en 1912, 1916 y 1922; senador nacional en 1924; autor de “Teoría y práctica de la Historia”.

Alicia Moreau de Justo (1885-1986); médica, periodista y dirigente política; dirigió la revista “Humanidad Nueva” y el semanario socialista “La vanguardia” desde 1956 hasta 1962; autora de “La mujer en la democracia”, “El socialismo según la definición de Juan B. Justo” y “Que es el socialismo en la Argentina”.

Para la topografía urbana la “Av Juan B.Justo” oculta piadosamente el tumultuoso recorrido del arroyo Maldonado, y la “Av. Alicia Moreau de Justo”, otra vez insólitamente, es la espina dorsal del flamante y paquetísimo barrio de Puerto Madero.
Pero para nosotros, los argentinos, ellos, Alicia y Juan Bautista, fueron y siguen siendo mucho mas que eso.

Los blues del weblog

11 de noviembre de 2004 - Comentarios desactivados en Los blues del weblog

Esta ciudad de Buenos Aires (mi Ciudad), como todos saben, fue oportunamente fundada, luego fue cruelmente arrasada, y luego, empecinadamente, renació de sus cenizas, y fue refundada para persistir (vasco tenía que ser el segundo Fundador).

Filósofos, sociólogos y otros pensadores sin marca en el orillo ya reflexionaron sobre el sino argentino de construir trabajosamente, destruir sin ton ni son, y luego, con melancolía bien criolla, intentar reconstruir. “Es la guerra y la demolición / arrasando paredes y calles” dice nuestra pensadora-poeta.

También las publicaciones, como no, aparecen, impactan, decaen, simulan desaparecer, y luego, como en un truco mágico, hop, helas aquí nuevamente, vivitas y coleando. Quien mas, quien menos, hubo y hay varias, y muy prominentes, que lucieron el cartelito “2ª. época”.

Este weblog, con toda su modestia, y quizas para no ser menos, no pudo eludir el periplo señalado: apareció un día de San Fermín, se mantuvo apretando los dientes, y “el dia menos pensado” alguien, del otro lado del globo (¡maravillas de la Red!) bajó una palanca, y mi tan cuidado weblog se esfumó en la nada. “Había que tener una vacap”(¿?) dictaminaron los entendidos.

Pero, sobre el pucho, mis padrinos en Internet, Diego y Esteban, pusieron manos a la obra, y recurrieron al Tío Google (que es una especie de Gran Cartonero Universal), y, síseñor, el Tío tenía, en uno de sus millones de bolsillos, mis articulitos, un poco ajados por el trajín, pero sanos y salvos.

Ahora están otra vez a disposición del que quiera, y yo espero poder retomar esta tarea de escribir mensajes y tirarlos al mar dentro de una botella, a la espera que alguien los encuentre. Y recemos para que Santa Internet me proteja, y la Divina Red me ampare.

Y, como titulamos esta notita con influencia foránea, la cerramos con el muy criollazo grito folklórico:
¡Se va la segunda!